Desde la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos lamentamos profundamente el cierre definitivo de siete prestadores gastronómicos de la ciudad. (BUFFET DE CENTRAL – OLEGARIO – LA TABLA – COMEDOR WEE – LA CERVECERÍA – MOLINO POOL GUALEGUAYCHU)
La crisis actual comenzó a mostrar sus primeras bajas en el sector, obligando a casi 10 familias a tener que cerrar las puertas de sus negocios, dejando sin trabajo a más de 25 empleados (a cuyas familias también les afecta).
Desde hace más de 60 días, incluso antes de que se declarara la cuarentena obligatoria en nuestro país, que el sector turístico tuvo que cerrar fronteras, dar de bajas reservas hoteleras y dejar de trabajar, tanto la hotelería como la gastronomía y afines.
Con el correr de los días las obligaciones mensuales se hicieron presente y con amnesia, ya que olvidaron que durante este tiempo los prestadores obtuvieron 0 (CERO) ingresos. Por lo cual, agradeciendo la temporada más o menos buena que hubo en el verano, se pudo sostener el pago de dichas obligaciones durante el primer período de la crisis.
Pero a estas alturas muy poco queda de lo recaudado, mientras que los impuestos, los servicios y la ART exigen que se les pague, obviando el hecho de que el mayor interés de los prestadores es el pago de salario a sus empleados, quiénes no han realizado sus tareas laborales desde el inicio de la situación, priorizando de esa manera mantener los puestos de trabajo de todas esas familias que dependen directamente de la apertura de dichos negocios para percibir sus ingresos salariales.
Es necesario comprender que las probabilidades para que el turismo se reactive, distan hasta diciembre de este año o enero del próximo (si es que la suerte acompaña). Aún falta mucho camino por transitar, en el cual los intentos por mantenerse en pie durante los próximos meses será una lucha a ciegas contra una realidad que pesa sobre los costos y las obligaciones a cubrir. Si las cosas continúan como hasta ahora, es posible que en el enfrentamiento muchos queden en el camino.
A todo lo expuesto debe sumarse el hecho de las deudas que los prestadores poseen con sus proveedores, anticipando que al momento de reabrir sus puertas, éstos deberán reinvertir en mercadería nueva, a sabiendas que las compradas antes de la cuarentena, vencieron, generando una pérdida importante.
Cabe destacar que FEHGRA ha logrado que el sector recibiera ayuda del Estado para poder cubrir un monto de los salarios de su personal, por otro lado la Asociación se encuentra en conversación con algunos servicios locales para poder llegar a un acuerdo contemplando la realidad del sector, mientras que la ART aún exige su pago considerando que los empleados se encuentran en sus casas a salvo de accidentes laborales.
Aún así, las ayudas y contemplaciones tardías no bastan a la hora de hacer cuentas. Comprender que la situación ya no puede sostenerse en el tiempo es imprescindible para encontrar soluciones hoy. Por lo que en el presente, ante las dificultades presentadas, el cierre definitivo termina siendo la única opción que queda.
Desde la Asociación nos encontramos trabajando a diario para encontrar soluciones y alternativas para que los prestadores de la ciudad puedan abrir nuevamente sus puertas respetando los protocolos adecuados. De la misma manera se comenzó a planificar trabajar con el turismo regional cuando las fronteras internas sean abiertas.
Es necesario que todas las partes colaboren y pongan de sí en este proceso de renacimiento del sector, de esa manera será más fácil resistir la crisis y más rápido se podrá salir adelante, evitando que más colegas deban enfrentarse a la crueldad de cerrar sus puertas.
Una ciudad turística se construye entre todos y todos los días.